En esta última semana he tenido la suerte de participar en tres actos que me han reportado mucho, no sólo en lo económico, que también (que la gente quiera comprar tu libro siempre viene bien al bolsillo del poeta), sino en lo personal. Comprobar que quienes te escuchan por primera vez aguardan pacientes al final del evento para felicitarte y decirte en persona que les ha encantado lo que has hecho es uno de esos grandes gestos que no tienen precio. Y descubrir que quien ya te había visto antes vuelve adrede porque estás tú en el cartel, tampoco lo tiene. Así que por todo esto no puedo por menos que estar agradecido de corazón a todos y, cómo no, a la poesía, que sigue besándome cada noche y alimentando mis sueños.
Comenzamos el sábado 14 de marzo, en el Homenaje al que fuera gran poeta complutense Manuel Vegas Asín, que tuvo lugar en el Aula de Música de la UAH. El lugar es precioso y el acto fue maravilloso. Varios poetas, amigos del desaparecido (aunque sólo en cuerpo) Manuel Vegas, leímos un poema suyo y otro propio. Yo elegí el poema "Y no te diste cuenta", aunque hubiera podido elegir cualquiera de los muchos que escribió y hubiera acertado igualmente.
Recitando en el escenario del Aula de Música de la UAH |
Para que se hagan una idea de lo que hablo les dejo un vídeo en el que recito el poema de Manuel Vegas "Nada importa":
La semana continuó con el concierto que Alberto Ballesteros daba en La Fídula de los nietos del Tano, y al que tuve suerte de asistir invitado por el propio Alberto. Fue un placer que quisiera que los versos de El Café del Loco tuvieran cabida en su evento. Por lo tanto fue un disfrute doble por mi parte, no sólo disfruté de su buen hacer y de sus maravillosas canciones, las que recomiendo encarecidamente escuchar, sino que volví a disfrutar de la atención del público que en ningún momento esperaba que aquel hombre de barba, despeinado que estaba sentado solo en una mesa en un rincón, llena de pajaritas de papel, y al que la mayoría había mirado con extrañeza, se arrancara por versos. También me brindó la enorme suerte de coincidir con Manu Clavijo, del que había escuchado mucho pero no tenía la suerte aún de conocerle en persona, y a Kike Calzada, cuya música me agradó bastante y del que creo que puede hacer cosas buenas en este complicado mundo.
Éste fue uno de los poemas que recité, "Pobreza", incluido en El Café del Loco. Aquí pueden verlo convertido en canción por Fito Mansilla.
Y hasta aquí esta entrada de este blog que tengo un tanto abandonado. Espero volver más a menudo por aquí. Estoy convencido de que lo haré pronto para contarles cómo va el nuevo proyecto en el que estoy ahora mismo involucrado: Un Café del Loco diferente. Ya les iré contando.
Muchas gracias por su atención.
Sean felices y disfruten de la poesía siempre que puedan.
Versos y abrazos.
Antonio eMe